lunes, 24 de noviembre de 2014

La copatrona conileña venció a la lluvia y completó una jornada gloriosa.

Pasadas las doce del mediodía se abrían las puertas de la Parroquia de Santa Catalina para dejar paso al cortejo que este año acompañaba a la copatrona conileña en su salida procesional.

Tras la cruz parroquial y como novedad este año, figuraba un cortejo de niños portando palmas, simbolizando de este modo el martirio de la santa, las representaciones de las distintas hermandades y cofradías de la localidad, tanto de gloria como penitenciales, el guión corporativo acompañado de varas, libro de reglas, presidencia y cuerpo de acólitos, los cuales iban precediendo a la titular.

El paso salió por el dintel del primer templo de la ciudad bajo las órdenes del capataz José Manuel Ramírez, y siguió al frente por la calle Padre Ramírez.

Cuando el cortejo enfilaba la calle Chiclana comenzó un chispeo que se convertiría poco después en una leve pero continua llovizna, que obligó a que el cortejo se apresurara y la cuadrilla comenzara a andar a paso de agua, todo ello hasta que dejó de lloviznar a la altura de la calle Vendimiadores.

Tras ello, la junta directiva de la asociación decidió, tras ver que el riesgo había pasado, seguir con el itinerario previsto y no recortar por calle Laguna como se había planteado.

Destacado fue el momento en el que la santa pasó por la calle Federico García Lorca, a la altura de la casa de la pregonera de este año, Josefa Gómez Bermúdez, lugar desde el cual se realizó una petalada.

El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Agrupación Musical "Los Remedios", de Chiclana de la Frontera, encargada de poner los sones tras el paso que cargaba la Agrupación de Cargadores de Santa Catalina.

Mucho público en la calle arropando a la procesión a lo largo del recorrido, hecho motivado por el cambio de hora, así como por la buena temperatura a pesar de la lluvia y la época en la que nos encontramos.

El cortejo regresaba de nuevo a la Parroquia en torno a las dos y media de la tarde, concluyendo de este modo la salida procesional de esta jóven asociación parroquial en el penúltimo domingo de noviembre, y poniendo el broche de oro al ciclo de procesiones de gloria de nuestra ciudad.