En signo de agradecimiento, los jóvenes de la Asociación decidieron ataviar por unos días a su Titular con una vestimenta de luto. Fue un sepelio con mucho sentimiento y muchas lágrimas. Dentro de la Asociación ha sido un trago amargo, ya que ella fue una de las piedras más importantes dentro de este grupo juvenil y siempre fue un ejemplo a seguir como cristiana y como mujer, nos comentaba uno de los socios de Santa Catalina.
Isabel descansa en paz.