domingo, 17 de julio de 2016

La Virgen del Carmen surca las calles de Conil tras suspenderse por el levante la procesión marítima

El Barrio de la Mar y todo el pueblo de Conil volvió a arropar a su Virgen del Carmen que, como cada año, volvió a recorrer sus calles como colofón a una jornada que se iniciaba con el Ángelus de felicitación por parte de Catalina Carrasco Camacho, al filo de la medianoche del día 16 a las plantas de la Reina del Carmelo.

Ya por la mañana, tenía lugar la Santa Misa Concelebrada en el patio de la Capilla del Espíritu Santo, oficiada por el Rvdo. Padre D. Rafael Vez Palomino, y el posterior traslado de la imagen al Puerto Pesquero, no sin antes entrar en la Parroquia de Santa Catalina para visitar a la Patrona, Nuestra Señora de las Virtudes, uno de los momentos históricos de la jornada.

Una vez allí, se procedió a tomar la decisión de suspender la procesión marítima debido al fuerte viento de levante reinante en la costa conileña, cosa que imposibilitó la salida de los barcos del muelle y que obligó a realizar los ritos habituales de la ofrenda floral y la bendición de las aguas desde el propio puerto.

Tras ello, tenía lugar el tradicional homenaje a los ancianos pescadores, que en la edición de este año fueron Antonio Añino Lobón, Bartolomé Robles Ramos, Bartolomé Heredia Ponce, José Sánchez Ramos y Juan Cantillo Ramírez. El Besamanos a la Santísima Virgen marinera, así como la entrega de la misma al patrón mayor de la Cofradía de Pescadores para su custodia en la Lonja ponían el colofón a la jornada matutina.

Una vez concluidos los actos previstos para la mañana, la atención se centraba por la tarde-noche en los aledaños de la Capilla del Espíritu Santo, siendo la Reina del Carmelo puntual a su cita con los conileños. A las nueve de la noche se abrían las puertas del templo y pocos minutos después, el paso de la Reina de los Mares asomaba a su barrio arropada por numerosos cofrades y devotos que se agolpaban en los alrededores para ver salir a la Patrona de los pescadores.

El cortejo que la precedía estuvo compuesto por cruz parroquial, libro de reglas, monaguillos, guión corporativo, representaciones de las distintas hermandades y cofradías, cuerpo de mujeres ataviadas de mantilla, junta de gobierno, representaciones civiles, representaciones eclesiásticas, cuerpo de acólitos, pertenecientes estos a la Lasaliana Hermandad de la Borriquita de Chiclana, así como la presencia de gastadores de la Infantería de Marina, los cuales iban escoltando el paso de la Santísima Virgen. La Banda de Música "Pedro Álvarez Hidalgo" de la vecina localidad de Puerto Real cerraba la comitiva con sus sones.

En el apartado de estrenos, la hermandad ponía en la calle las nuevas dalmáticas del cuerpo de acólitos, confeccionadas en los talleres de Lorenzo Gutenberg de Cádiz, así como el medallón del pertiguero y una naveta, obras estas últimas del taller de orfebrería de Emilio Méndez de Sevilla.

Mucho público en la calle arropando a la cofradía a lo largo de todo su recorrido, el hecho de coincidir la festividad en sábado y las agradables temperaturas a pesar del viento de levante, propiciaron auténticas aglomeraciones en varios puntos del mismo. Acertado a su vez el cambio en el itinerario, transitando por enclaves como Extramuros, calle Prieta o el Arco de la Villa, partes del callejero conileño por los que la hermandad no transitaba desde la pasada Magna Mariana de 2013. Uno de los detalles de la jornada fue la ofrenda floral que realizó la Hermandad del Nazareno a la Reina del Carmelo a su paso por la Capilla del Jesús.

Una procesión que se demoró un poco en el primer tramo de su recorrido, en el que la cofradía transita por las calles de su barrio, pero que fue recuperando el ritmo a medida que avanzaba la noche hasta regresar a su capilla a su hora habitual, pasadas la una de la madrugada, momento en el que se lanzaban los fuegos artificiales que ponían fin a la salida procesional, y con ella, los actos y cultos en torno a la Virgen del Carmen que han venido celebrándose desde el pasado día 12 con el Solemne Triduo en honor a la titular de la cofradía marinera.