lunes, 25 de noviembre de 2013

El dulce epílogo de las glorias en noviembre.

Minutos después de las cuatro de la tarde, hora prevista para su salida, la cruz de guía que antecede al cortejo procesional de la asociacion parroquial de la copatrona conileña cruzaba el dintel de la Parroquia de Santa Catalina.

Tras la cruz de guía, la bandera de paso de la corporación antecedía a las representaciones de las distintas hermandades y cofradías de la localidad, tanto de gloria como penitenciales. El guión corporativo, libro de reglas, la presidencia y un grupo de monaguillos completaban el cortejo.

El paso, iluminado en esta ocasión por cuatro candelabros guardabrisas cedidos por la Hermandad del Nazareno, se levantaba en el interior del templo con la primera llamada por parte de su capataz.

Tras el himno nacional, interpretado por la Asociación Filarmónica "Ciudad de Conil", sonaron los compases de la marcha "Y en Triana la O", de Jesús Joaquín Espinosa.

El exorno floral, a cargo de Andrés Brenes Moreno, se componía principalmente de rosas amarillas, antirrhinum blanco y gerberas. Uno de los detalles de la jornada lo protagonizaron las granadas que componían el exorno del paso, en clara referencia al hermanamiento recientemente producido con la Hermandad de Santa Catalina de la onubense localidad de El Granado.

Entre los estrenos del día de ayer destacaron el dorado de la palma que portaba la titular, obra de Juan José Jiménez, así como la nueva vestimenta de la imagen.

Mención especial también a la penúltima levantá del paso en la calle, la cual estuvo a cargo del presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Nicolás Fernández, así como la última, la cual fue efectuada por el presidente del grupo parroquial, Daniel Trujillo.

El cortejo entró de nuevo en Santa Catalina en torno a las ocho de la tarde. La Santa Emperatriz de los jóvenes concluyó de esta manera su salida anual en el último domingo de noviembre, poniendo el broche de oro al epílogo de las procesiones de gloria en nuestra ciudad.