lunes, 3 de junio de 2013

Jesús Sacramentado recorrió las calles acompañado de la Virgen del Rosario en una calurosa mañana de domingo.

La imagen de Ntra. Sra. del Rosario y las altas temperaturas de la jornada, principales protagonistas de la procesión del Corpus Christi celebrado en el día de ayer.

Una festividad que dio comienzo con la tradicional y concurrida eucaristía celebrada en la Parroquia de Santa Catalina tras la cual, y una vez pasadas las once de la mañana, se iniciaba la procesión con el Santísimo Sacramento, el cual realizó un recorrido procesional por las principales calles del centro de la ciudad. 

Un cortejo que como principal novedad recuperaba la presencia de la imagen de Ntra. Sra. del Rosario, portada en parihuela y cargada por una cuadrilla de mujeres, estampa histórica sin duda alguna. Tras ella decenas de niños y niñas ataviados con el tradicional traje de Primera Comunión, así como las representaciones de las distintas asociaciones parroquiales, hermandades y cofradías. Se hecha en falta quizás alguna representación de la autoridad política en esta tan importante festividad.

A destacar la inclusión este año de un cuerpo de acólitos antecediendo al Santísimo, aportándole mayor solemnidad al cortejo.

La Asociación Filarmónica "Ciudad de Conil" fue la encargada de acompañar con sus sones al paso de la Custodia en un recorrido que recuperaba calles como Capitán Pérez Moreno, José Velarde y Gabino Aranda.

Con respecto al público, algo más que en años anteriores aunque el horario matinal, las altas temperaturas y la coincidencia este año con la Feria de El Colorado se dejaron notar en la presencia de fieles. Quizás con un horario de tarde saldríamos ganando todos.

La escasez de altares y engalanamientos a lo largo del recorrido hacen que la festividad pierda la brillantez e importancia que realmente se le tendría que dar, en comparación con localidades vecinas, aunque desde el Consejo Local de Hermandades y Cofradías ya se está estudiando potenciar este aspecto de cara a años venideros con el montaje de altares y alfombras de arena que engalanen nuestras calles al paso del Santísimo.