martes, 25 de septiembre de 2012

Toma de posesión del nuevo párroco de Nuestra Señora de Fátima.

El domingo 23 de septiembre el Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió el acto de toma de posesión del nuevo sacerdote de la Parroquia de Fátima del Colorado, P. Francisco Herrera.
 
A las 12 de la mañana, ante un gran número de feligreses y con la presencia de seis sacerdotes, el P. Antonio Casado pasó el relevo al P. Herrera, durante una emotiva celebración.
 
Mons. Zornoza, durante la Eucaristía, habló sobre la unidad en torno a Cristo, mientras que el nuevo párroco, en sus primeras palabras, se refirió al valor del sacerdote servidor para primero presidir como Cristo sirviendo.

Fotografía y texto extraídos de  http://tudiocesis.com
 
CARTA DE BIENVENIDA. (Escrita por la Asociación de Fátima)
-La historia de nuestra parroquia cuenta hoy en su constante accionar, con momentos significativos como el de hoy, en el que recibimos a un nuevo párroco.
-Un nuevo desafío se nos plantea, PADRE FRANCISCO, para usted y para nosotros.
-Con la ayuda de Dios, comunidad y pastor, trabajaremos en esta idea de edificar la iglesia. Por ello, desde hoy le ofrecemos nuestra disponibilidad y nuestras fuerzas para que juntos crezcamos en la fe y en el compromiso, y vivamos nuevas experiencias de vida comunitaria y fraternidad cristiana.
-Desde nuestra fragilidad y pequeñez, rogaremos para que Dios le conceda fidelidad y entrega, y su ministerio sea fecundo y armonioso.
-Sea usted bienvenido PADRE FRANCISCO a esta comunidad del Colorado.


CARTA DE DESPEDIDA: A ANTONIO CASADO
-Durante SIETE años el padre Antonio, fue nuestro párroco. Nos deja su sello personal, único e irrepetible y reconocemos que fue una gracia de Dios su paso por nuestra parroquia.
-De fidelidad y compromiso con el evangelio, nos hizo recorrerlo y gustarlo y gracias a su madurez y talento, sus mensaje en homilías y en la comunicación diaria, constituyen una hermosa escuela de vida.
-Ya hay otra parroquia, otros hermanos, una nueva comunidad, que le tienden sus manos, y usted seguramente las guiará con la misma vocación que hoy nosotros le agradecemos.
-Padre Antonio, por todo lo que nos diste, por todo lo que significó su presencia entre nosotros, mis palabras no llevan un tinte de despedida, sino de un gracia de todo corazón.
-Que Dios lo bendiga y hasta siempre.