viernes, 10 de febrero de 2012

Ha fallecido D. Gregorio Calama Barés, antiguo párroco de Ntra. Sra. de Fátima.

En la noche-madrugada del viernes 27 al sábado 28 de enero, nos dejaba en la Casa Salesiana de Cádiz el salesiano presbítero D. Gregorio Calama Barés, a la edad de 80 años. Antiguo párroco de Ntra. Sra. de Fátima de El Colorado, el cual era muy querido entre los suyos y venía cada año al triduo que se celebra en honor a la titular. Desde estas líneas mostrar nuestro más sincero pésame a los familiares y amigos, descanse en paz.

A continuación os dejamos con una carta al director que Rafael Altamirano Cerezo remite a Diario de Cádiz:

Don Gregorio nos regaló a Don Bosco

Don Gregorio, Don Gregorio Calama Barés, Salesiano de Don Bosco, nos regaló al santo de Turín. En este mes de enero, donde conmemoramos al Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes, nos ha dejado Don Gregorio.

Todos los que formamos parte de la Familia Salesiana y del barrio de San José, sentimos su pérdida como si de Don Bosco se tratase. Porque eso fue Don Gregorio, Don Bosco entre los jóvenes gaditanos. Natural de la Alberca, un pueblo salmantino (monumento nacional -y como a él le gustaba decir-también con sus habitantes) creció en una familia cristiana, con hermanos, hermanas y primos donde germinó la vocación sacerdotal y religiosa. El Señor quiso regalarnos a la persona de Don Gregorio y muchos hemos sido los afortunados en disfrutarlo: alumnos, profesores, familias, antiguos alumnos de La Línea, la Universidad Laboral (hoy Pablo Olavide), Campano, Togo, Cádiz... Porque Don Gregorio nos ha enseñado quién era Don Bosco, aquí en la Tacita y allí en Cinkassé, Togo.

Hasta el último día dando sus paseos por los patios de este centenario colegio, gastando bromas y repartiendo "caramelos de coco". Visitando a los enfermos en el Hospital con palabras de consuelo y aconsejándonos la devoción a María Auxiliadora. Celebrando la Eucaristía con las hermanas del Rebaño y dando sus "buenos días" a los más pequeños de Primaria, recordando anécdotas en Togo y dando testimonio misionero, como así lo hizo en sus últimos "buenos días" a los muchachos de Secundaria, cuando le pedimos que nos hablara de Don Bosco en el Triduo escolar.

Don Gregorio al pie del cañón a pesar de sus años. Porque Don Bosco no descansaba. En letras de una de las canciones de un antiguo alumno suyo, José Luis Perales, "el pobre Don Gregorio, aún se empeña en vivir..." Y bien que se empeñó. La semilla ha germinado en los miles de jóvenes, que de pequeños lo escuchábamos en sus filminas, y que de mayores acudíamos a él a pedir consejo, a que nos dispensara los sacramentos, a que bautizase a nuestros hijos.

Gracias, Don Gregorio, usted nos ha regalado a Don Bosco. Descanse en paz. que el Buen Pastor al que usted nos enseñó a rezar le acoja en su seno.

Rafael Altamirano Cerezo
(Cádiz)