sábado, 17 de julio de 2010

La Reina del Carmelo recorrió las calles de nuestro pueblo en una jornada espléndida

     Como cada 16 de julio, la imagen de la Virgen del Carmen volvió a recorrer en la tarde de ayer las calles de nuestra localidad, llenas de público para ver a la Reina del Carmelo en el día de su festividad, pero este año con la novedad de salir desde la Parroquia de Santa Catalina.

A las 21.00 h. aprox. se abrían las puertas del templo, las cuales daban paso al cortejo procesional formado por los miembros de la cofradía, representaciones de las hermandades y cofradías, autoridades locales, el pregonero del Carmen de este año y mujeres ataviadas con mantilla.  Tras el cuerpo de acólitos asomaba por la puerta del templo el paso de Ntra. Sra. del Carmen que con el esfuerzo de su cuadrilla de cargadores salvaba la rampa colocada para poder realizar la salida y enfilaba la calle La Virgen a los sones de la Banda de Música Pedro Álvarez Hidalgo.

Ayer la Reina de los Mares no llevaba en su regazo a su querido niño que tanto quiere y le arrebataron, una rosa blanca llena de sentimiento y amor llevaba en su mano izquierda que con todo el cariño su pregonero, Manuel Sánchez, le hizo entrega en la noche anterior durante el pregón.

Muy emotivo fue el paso de la cofradía por la Plaza de Santa Catalina, en la cual los jóvenes de la asociación parroquial tenían preparado un altar, en el cual al pasar la Virgen del Carmelo por ese lugar se le hizo entrega de un ramo de flores en agradecimiento por la ayuda prestada por parte de la hermandad. En ese mismo lugar el Coro del Hogar interpretó varios tanguillos dedicados a la Virgen.

La prestigiosa banda puertorrealeña nos deleitó un año más durante todo el recorrido, en el cual se pudieron escuchar marchas como "Hosanna in Excelsis", "Virgencita del Carmen", entre otras.

Bellas estampas nunca vistas antes nos dejaron el paso de la hermandad bajando la C/ Virgen y más tarde de regreso por Extramuros, finalizando con la recogida en la Parroquia bajo un cielo inundado de fuegos artificiales, algo inédito y que quedará para la historia.